The Voice en San Sebastián (Parte II)
Rafa F. Velázquez nos cuenta su experiencia en la última edición del SSIFF a través de la sección New Directors
En esta muy, muy tardía resaca del 68 Festival de San Sebastián, al fin, he reunido la fuerza necesaria para este top. Voy a recopilar lo mejor a nivel europeo que se vio en el marco de la sección New Directors básicamente, ya que como Jurado de la Juventud fue la encargada en engordar mi lista de películas. Así que, allá vamos.
Recurriendo a mi lista de Letterboxd “SSIFF 68” y ordenando todo lo que vi según su rating mi recuerdo se sorprende -vagamente- con alguna de las notas que di, supongo que influido por mi momento emocional. Los festivales son auténticas montañas rusas. Pero, eso sí, creo que cualquier asistente al festival coincidirá conmigo en que la tónica dominante fue el drama, sin duda.
Sin más preámbulo, empiezo a enumerar:
En orden descendente, lo mejor que se pudo ver fue “Limbo”, la justa ganadora del premio TCM. El filme escrito y dirigido por el británico Ben Sharrock continúa en el limbo de la distribución a nivel nacional a pesar de haber arrasado entre el público y la crítica.
Protagonizada por Amir El-Masry, cuenta la historia de Omar, un refugiado a la espera de la documentación necesaria para continuar con su vida, para empezar de cero. Sharrock construye un relato de una elevadísima sensibilidad, sarcástico a ratos, crudo a veces, pero siempre magnífico. Pelea contra el ritmo, la tensión y el pulso y sale vencedor. Una película brillante y una recomendación indubitable.
Tranquilos, no fue lo único a destacar. Ni mucho menos. Desde tierras centroeuropeas llegaba “I never cry” de Piotr Domalewski para reafirmar la buena salud del cine polaco, año tras año postulándose como un cine a observar y a estudiar. “I never cry” juega a hacerse la dura hasta que se rompe. Y nos rompe con ella.
Como preámbulo, Ola (Zofia Stafiej) ha de encargarse del cuerpo de su padre, atascado entre papeleo en Irlanda. Sí hablas bien de “I never cry”, tienes que hablar bien de Zofia Stafiej. Ella -y algún que otro secundario- se encarga de soportar el peso de la tensión y de los minutos y sale ilesa, una poderosísima actuación llena de carácter y de fuerza que seguro que os conquista.
Seguimos con la número tres. Puede que “Spring blossom” y Suzanne Lindon os caigan mal, pero hay que reconocer que es una cinta muy delicada. La película está escrita, dirigida y protagoniza por ella, Suzanne Lindon, con tan solo 20 años.
¿Veis?
Pero lo dicho, hay que ser justos. En un planteamiento basado en la efervescencia femenina, Lindon demuestra tener una mano muy fina y delicada en esto del cine, obrando unos 73 minutos muy agradables, estética y narrativamente hablando. Por ello no puedo dejar de recomendarla, creo que hemos de poner un par de ojos, cuando no tres, sobre ella.
Por último, no quería olvidarme de una de las películas más sorprendentes de la sección. Otra cineasta, Isabel Lamberti, es la culpable de uno de los filmes más sencillos y emocionalmente satisfactorios del festival. “La última primavera” cierra el top, con la esperanza de que pueda verse a nivel nacional.
Cuenta la historia de la familia Gabarre-Mendoza y de su barrio, la Cañada Real. A partir de ahí, Lamberti erige un relato despolitizado y desprejuiciado que frustra y emociona a partes iguales. En resumen, un ejercicio único de empatía y sencillez que rebosa amor y mimo.
Y esto es todo. No es poco, eh. Sé que puede ser complicado de encontrar, pero dadle tiempo, a pesar de los trágicos tiempos en los que nos encontramos las distribuidoras pequeñas siguen trabajando y algo nos llegará. Mientras tanto, aprovechad e id al cine, que ese plan nunca falla.