Lucía Alemany: "Espero que 'La inocencia' llegue a los corazones de las personas, que es para lo que está hecha"

Omar de Pablo de #EFCTheVoice entrevista a la directora valenciana Lucía Alemany que estrena en VOD su primera película, 'La inocencia'.

Con su ópera prima, ‘La inocencia’, Lucía Alemany consiguió en 2019 colarse en algunos de los festivales más importantes de este país. Tras rodar su primer cortometraje en 2015, ’14 anys i un dia’, la directora valenciana ha logrado irrumpir en la industria con una brillante dosis de cine independiente, realista y actual. Además, su protagonista, interpretada por Carmen Arrufat, consiguió la nominación como Mejor Actriz Revelación en la última edición de los Premios Goya. A raíz de la llegada de la película a Filmin hemos querido charlar con Lucía sobre su película, su paso por festivales y sobre cómo es rodar en el pueblo que te vio crecer.

Yo pude ver la película en la SEMINCI y tú y algunas de las actrices estuvisteis allí para presentarla. En el pase la gente se reía mucho viéndola. En ese momento, ¿cómo te sientes tú como creadora?

Pues depende del tipo de público reacciona de una manera u otra. Yo me vine muy arriba cuando fui a San Sebastián, ya que fue un público entregadísimo, y se pasaron toda la película riéndose. En la SEMINCI no estuve en el pase, pero sí me dijeron después que el público se había reído bastante. Luego, por ejemplo en Abycine el público no se rió nada. Aunque no se le pueda llamar comedia, para mí el guion era cómico. De hecho, en el dossier donde presentamos la peli para las subvenciones constaba como un ‘drama con tintes de humor’ y cuando fuimos a San Sebastián flipamos un poco, porque a mí la peli ya no me hacía gracia, la tenía muy vista, y me olvidé un poco de la posibilidad de que la gente se pudiera reír.

Hablando de San Sebastian. ¿Cómo ha sido tu experiencia en los festivales? ¿Te lo esperabas así?

No, la verdad es que no, porque mi experiencia en festivales había sido con un corto ('14 anys y un dia'), y todo lo que es el movimiento en San Sebastián no tenía ni idea de que pudiera ser así. Cuando llegué y me empezaron a hacer entrevistas, vi que había mucho cariño, porque les había gustado la peli. Y de repente pensé: ¿qué hubiera ocurrido si no les hubiera gustado? No era consciente de la dimensión que eso significaba. Se estrenó la peli, y a las dos horas ya había una crítica en La Vanguardia. Después, el hecho de estrenar es una sensación inexplicable. Entre guion, rodaje y montaje ya estaba de la peli hasta las narices. Pero llegas a San Sebastián y 600 personas la ven por primera vez y conectan con ella, y eso le devuelve la vida a la película. Fue una sensación que me pilló completamente desprevenida.

La película la protagoniza Carmen Arrufat en el personaje de Lis. He leído que en cuanto viste a Carmen supiste que era ella. ¿Qué fue exactamente lo que te hizo saberlo tan rápido?

Fue un poco por pasos. Primero hicimos una convocatoria en la que actrices nos mandaron vídeos, y después de unos 200 fue el de Carmen el que me llamó la atención. En él se presentaba, decía "hola, soy Carmen Arrufat" y en un momento hace una pausa y piensa lo que quiere decir. Me gustó la manera en la que hablaba, era muy natural.

Yo siempre decía que buscaba a la Adèle de ‘La vida de Adèle’. Y cuando vino a mi casa a hacer el casting, vi que su inocencia a la hora de hablar era muy similar. Dije "es que no creo que pueda haber algo más cercano a lo que yo estoy buscando". Todos los gestos que hacía tenían como con una cosa muy infantil de descubrir las cosas por primera vez y de estar emocionada eternamente. Y a mí eso me flipó desde el primer momento.

Después hicimos otro casting en el que yo le hacía ejercicios donde tenía que imaginarse cosas delante para poco a poco irnos a su parte emocional. Esas cosas que imaginaba cada vez se iban más a lo personal y a lo profundo de ella misma, llegando a tocar conflictos realmente íntimos y fuertes. Y ella se soltó a la perfección. Además, todo lo decía de una manera realista y natural. Nunca soltaba una frase falsa, y realmente tenía un sentido de hablar desde la verdad increíble.

Y ya para terminar, lo que me acabó de convencer fue las ganas que Carmen tenía de hacer la peli. No decía que no a nada. Le pregunté si sabía hacer el pino y me dijo que sí, hizo el pino y se cayó. Y enseguida dijo "no, no, pero puedo aprender". Tenía tantas ganas de hacer la película que iba a fondo en todo.

Me comentas que hiciste varios ejercicios de improvisación con Carmen. A la hora de rodar con los actores, ¿fue igual u os ceñisteis más al guion?

Bueno, hicimos lo que estaba en guion, pero no aprendiéndose el texto. Realmente el trabajo fue muy diferente a lo que entenderíamos por cine convencional, en el que te aprendes el texto, te pongo la cámara, dices tu frase y cuando ya no tienes frase te quito la cámara y vamos a otro plano. En esta película grabamos todas las secuencias de principio a fin. Lo queríamos como en el teatro. Entonces, nosotros poníamos la cámara, y los actores tenían toda la posibilidad de improvisar.

¿Cómo conseguí que no se nos fuera lo que estaba en guion? Pues haciendo que ellos se aprendieran el guion de manera que casi ni se daban cuenta. En los ensayos les iba diciendo "di esto", "di lo otro", de forma que el guion se les quedaba casi impreso en el subconsciente. Y aunque yo les ordenara que dijeran algo, siempre les pedía que lo dijeran a su gusto. Esto ha hecho que perdiéramos cosas del guion por el camino, que me saben mal, pero siempre preferí la espontaneidad y el realismo.

La película está ubicada en Traiguera, tu pueblo. ¿Cómo ha sido rodar allí? ¿Te ha hecho especial ilusión?

Más que hacerme ilusión, ha sido más fácil. No se habría podido hacer si no se hubiera rodado en mi pueblo. Para grabar toda la primera parte de la peli nosotros nos íbamos infiltrando en los eventos. Y a veces tenía que pedir cosas, que si no hubiera sido mi pueblo, donde me conocen... ‘La inocencia’ es una película con poco presupuesto, y hemos tirado mucho de lo punky, del pedir, y de cuando no había recursos para algo, intentábamos ver cómo podíamos subsanarlo creativamente. De hecho, escribí la película ambientada en mi pueblo pensando también en eso. No solo era algo que me diferenciaba y que podía dar un valor creativo a la peli, sino que también era un valor de producción importante.

Viendo la película, en la forma que tienes de representar al pueblo veo amor hacia él, pero a la vez creo que el personaje de Lis siente que es una especie de prisión para ella. ¿Cuánto de amor y de odio al pueblo crees que has representado?

Una cosa es lo que yo siento y otra cosa es lo que he representado en la película. En ella, el pueblo es un personaje más y actúa como antagonista, oprimiendo a la protagonista. Yo en ningún momento he querido representar el pueblo bucólico, bonito, donde los niños juegan libremente, que aunque lo es, ya hay muchas películas que hacen eso. Al final es una historia de una niña adolescente que no puede encontrarse a sí misma en ese espacio y, que como bien has dicho, es su prisión. No es que lo trate desde el odio, pero Lis es un pez fuera del agua. Con lo cual, lo que muestro del pueblo es la parte mala. ¿Qué pasa cuando todo el mundo te conoce? ¿Qué pasa cuando tu familia no para de preguntarse qué dirá la gente?

El personaje de Lis tiene muy poca comunicación con sus padres y, cuando se queda embarazada, no los ve como un apoyo sino todo lo contrario. ¿Crees que los adolescentes de ahora tienen poca comunicación con sus progenitores?

Yo siento que los adultos hemos tomado un poco el rol de que tenemos que enseñar. Y nos olvidamos de escuchar. En el caso concreto de Lis, tiene unos padres que se preocupan mucho por las apariencias y es un tipo de familia que podría ser tanto de clase baja rural como de clase alta burguesa. Y eso lo complica todo un poco más. Aunque es un caso particular, sí que tengo la sensación de que los adolescentes reciben más órdenes de cómo tienes que ser, que se traduce en cómo son. Y eso es un grave problema. Ya no es solo el caso de Lis, que se queda embarazada, sino el de niños y niñas que les da miedo llegar a casa con suspensos. No puede ser que no haya esa confianza y que pongamos en los adolescentes tanta presión que acabe haciendo que escondan cosas. Este problema viene en una edad en la que ellos están descubriendo quiénes son. Si no conseguimos que desarrollen adecuadamente su personalidad, luego es normal que a los 30 nos estemos gastando tanto dinero en terapeutas.

Es tu primera peli. Supongo que habrá sido toda una odisea sacarla adelante. Haciendo un balance general, ¿cómo ha sido la experiencia? ¿Estás satisfecha del trabajo logrado?

Yo tengo un carácter muy exigente y, para mí, estar satisfecha es difícil. Como bien has dicho, ha sido una odisea, algo dramática de hecho. Pero el caso es que estoy aquí, y el objetivo final está conseguido. Es cierto que cuando leo el guion o recuerdo cómo me imaginaba la película antes de hacerla y después veo el resultado final, pienso que igual con un poco más de tiempo de montaje hubiéramos estado el 100%. No obstante, no dejo que eso me atrape. Es como los hijos, son como son y hay que aceptarlos así. Al final, espero que 'La inocencia' llegue a los corazones de las personas, que es para lo que está hecha. Y por supuesto, estoy satisfecha, porque de alguna manera me ha permitido poner un pie firme dentro de la industria cinematográfica. Y eso es porque la peli ha funcionado. Si no hubiera funcionado no lo sentiría así.

Ahora que la película ya está más que estrenada y ha tenido bastante buena acogida, ¿qué te apetece hacer? ¿Cuáles son tus próximos proyectos como directora y guionista?

Me apetece hacer una segunda peli, muy diferente de la primera. De hecho, ya la estoy escribiendo. Muy poco a poco, porque es una peli muy densa y bastante ambiciosa en la que quiero explorar un lenguaje cinematográfico más metafórico y onírico, aunque siempre manteniendo el realismo desde la interpretación de los actores. Y siento que me va a costar un poco, porque es algo bastante complicado de resolver.

Bueno ahora tienes tiempo...

Sí, me gustan los retos. Si tuviera que hacer ahora ‘La inocencia’ otra vez, pero con otro título, pensaría "qué aburrido". El amor al cine me hace querer explorar más e investigar nuevos lenguajes.

'La inocencia' ya está disponible en VOD, puedes verla aquí:

Una entrevista de @omardpablo para European Film Challenge.

Esta entrevista ha sido editada por razones de extensión y claridad.